miércoles, 23 de noviembre de 2011

La ilegalidad del aborto también es violencia contra las mujeres

El 1° estuvimos en las calles las que verdaderamente luchamos por el aborto legal


El 1° de noviembre la comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados comenzó con la discusión de los siete proyectos. Más allá de los últimos acontecimientos, es un gran logro que en el Congreso de la Nación se haya empezado a discutir el tema y que se haya instalado también el debate en la sociedad. A pesar de la maniobra para impedir la aprobación, la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal seguro y gratuito, junto con otras organizaciones, sigue en la calle, porque la ilegalidad del aborto también es violencia contra las mujeres. El 25 de noviembre todas/os al Congreso.


Concentración frente al Congreso por la aprobación del Proyecto






El 1° de noviembre la comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados comenzó con la discusión de los siete proyectos. Los proyectos presentados son dos sobre la legalización del aborto por decisión de la mujer (el de la Campaña por el derecho al aborto y otro de Sabatella) y cinco que proponen la reglamentación o modificación del artículo 86 del Código Penal donde se establecen las causales de los abortos no punibles.
La reunión de la Comisión fue acompañada de una gran movilización en las afueras del anexo del Congreso, que contó con la presencia de las integrantes de la Campaña por el derecho al aborto legal seguro y gratuito y de varias organizaciones, entre ellas la CTA-Capital, FUBA, muchos centros de estudiantes de la UBA, profesorados y secundarios, la Unión de trabajadores de calls centers, CEPA, Compa, PCR, PO, Las rojas, MST, Las Juanas, Amas de Casa del País, Comisión de mujeres Quilmes Berazategui Varela, Mujeres de la CCC de Chilavert (Capital), zona Oeste, La Matanza y contó con decenas de adhesiones que fueron leídas en la radio abierta que acompañó la jornada.
Se hicieron presentes en la reunión muy pocos diputados, de los 31 que conforman la comisión solo fueron 12. Del FpV que cuenta con 11 de los diputados integrantes de la comisión sólo fue Diana Conti (que firmó en disidencia por estar de acuerdo con el aborto solo en algunos casos), la UCR estuvo presente pero sólo firmaron el dictamen dos diputados, otros como Gil Lavedra, si bien argumentó a favor de la legalización, no firmó el dictamen. También estuvo presente aunque no forma parte de la comisión la diputada Cecilia Merchán.
Los firmantes fueron Victoria Donda (Libres del Sur), Fernanda Gil Lozano (Coalición Cívica), Rubén Lanceta (UCR), Horacio Alcuaz (GEN) y Diana Conti (Frente para la Victoria en disidencia parcial) y Jorge Rivas, que por su condición de salud no se encontraba presente pero sí su asesor, quien firmó el dictamen. Juan Carlos Vega (CC) cerró la reunión anunciando que se había llegado a un dictamen favorable para el proyecto de la Campaña y felicitó a sus impulsoras. 


La maniobra
Sin embargo, dos días después Vega dio marcha atrás y negó la validez del despacho aprobado, haciendo lugar a los cuestionamientos que plantearon Patricia Bullrich (Coalición Cívica), Omar De Marchi (Demócrata de Mendoza) e Ivana Bianchi (Peronismo Federal) y no reconociendo como válida la firma del asesor de Rivas.
Con posterioridad, convocó para el pasado jueves 10 a las 11 hs. a una reunión plenaria de las comisiones Penal, Salud y Familia (las tres por las que debe pasar el proyecto para llegar a la Cámara). Ante la negativa de los presidentes de estas dos comisiones a participar de esa reunión, Vega terminó suspendiendo esta convocatoria el miércoles por la tarde. 


El 10 también estuvimos en las calles
A pesar de la suspensión de la plenaria, la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal seguro y gratuito junto con casi todas las organizaciones que participamos el 1°, nos volvimos a encontrar en los alrededores del Congreso juntando firmas de apoyo al proyecto, volanteando, y hablando con toda la gente que se acercaba a preguntar, debatir y apoyar. Difundiendo el proyecto de ley y las razones por las cuales debemos tener derecho al aborto legal seguro y gratuito.


Balance y perspectiva
Más allá de todos estos últimos acontecimientos, es un gran logro que en el Congreso de la Nación se haya empezado a discutir el tema y que se haya instalado también el debate en la sociedad. Es producto de décadas de lucha del movimiento de mujeres, de 26 años de encuentros y del trabajo y la lucha sostenida de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal seguro y gratuito.
Tenemos que seguir haciendo de masas el debate y ganando al conjunto de las compañeras y compañeros para la movilización y la lucha por la aprobación del proyecto para que en el 2012 seamos miles las/os que inundemos las calles del país. Ya quedó claro que no podemos depositar las expectativas en el Congreso, y mucho menos en el gobierno de Cristina  y la mayoría kirchnerista que va a tener la Cámara de Diputados después del 10 de diciembre. Ya han declarado en varias oportunidades que el tema “no está en la agenda del gobierno” y el ministro de Justicia Julio Alak no dejó lugar a ambigüedades: “La Presidenta decidió que el tema no esté hoy en el debate”, también hay que tener en cuenta las declaraciones de Capitanich, donde se pronuncia en contra de todas las iniciativas a favor del derecho al aborto en función de argumentos puramente religiosos. Por lo tanto queda claro que vamos a tener que imponer desde abajo el tratamiento legislativo, con la movilización, plebiscitos y otras iniciativas que fortalezcan la lucha del movimiento de mujeres y del conjunto del movimiento popular.


¿Quiénes se unen por la vida?
Ante el avance del debate en el Congreso y en la sociedad, los sectores más reaccionarios de la Argentina han sacado una solicitada que puede leerse en la página unidosporlavida.com.ar.
Entre los que suscriben la solicitada  hay personajes que no necesitan presentación como Esteban Bullrich, ministro de educación de Macri, responsable del actual deterioro de la educación pública en la capital y de la escases de educación sexual en sus escuelas; Eugenio Burzaco, Jefe de la Metropolitana, Carlos Ruckauf, Eduardo y Chiche Duhalde, Cynthia Hotton. También ha adherido Alfredo Olmedo, diputado justicialista salteño, con graves acusaciones de explotación de trabajo esclavo en sus propiedades y el kirchnerista Antonio Morante, presidente de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, una de las comisiones por donde debe pasar el proyecto de legalización del aborto. También adhieren organizaciones en su mayoría religiosas como Acción Católica Argentina, Caritas y el Ejército de Salvación. Y por si todo eso fuera poco, también aparecen empresas como Arcor, que se llena de plata a costa de pagar salarios de hambre a sus trabajadores y realiza despidos indiscriminados dejando familias en la calle. 
Claramente este reagrupamiento NO defiende la vida, algunos son parte de los sectores que se vienen beneficiando hace años de la explotación de nuestro pueblo. Es en esta sociedad, la que ellos defienden y de la que se benefician, donde nuestros hijos pasan hambre en muchos casos, donde las mujeres trabajamos por menos salario que los varones, debemos cumplir una segunda jornada laboral cuando volvemos a nuestra casa, honrando el rol asignado en la familia que la sociedad nos impone, debemos aguantar los golpes y los malos tratos, el acoso y la discriminación, y si nos enfrentamos con un embarazo no deseado porque no tuvimos educación sexual o acceso a métodos anticonceptivos o porque fuimos abusadas, debemos continuar el embarazo, así corra riesgo nuestra salud o nuestra vida. Y si decidimos interrumpirlo, como hacen alrededor de 500.000 mujeres por año en nuestro país, corremos el riesgo de morir en una práctica clandestina porque no tenemos los 5.000 pesos para pagarlo.
Nosotros/as SI nos unimos por la vida, porque enfrentamos esta política que entrega nuestras riquezas, nos remacha la dependencia con el imperialismo y la dominación terrateniente, somos las que luchamos por mejores condiciones laborales para el conjunto de la clase obrera, salario igual a la canasta familiar, vivienda digna, acceso a la tierra, igual salario por igual trabajo, aumento de presupuesto para salud y educación, los que enfrentamos la violencia de género y exigimos educación sexual y anticonceptivos para que ninguna mujer tenga que atravesar por un aborto y para que si quiere tener hijos tenga las condiciones materiales para poder hacerlo. Luchar por la vida implica avanzar en las conquistas democráticas como la aprobación del proyecto de Interrupción voluntaria del embarazo para que ninguna mujer más muera en nuestro país.
Luchar por la vida es luchar por la Liberación Nacional y Social que termine con este estado que oprime a nuestro pueblo y doblemente a las mujeres.  


Hoy exigimos en nuestra lucha:


Un programa integral: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. 
Junto con el reclamo de la despenalización y legalización del aborto debemos seguir exigiendo:
Educación sexual integral en todas las escuelas,
Cumplimiento del programa de salud sexual y procreación responsable en todo el país: Atención ginecológica, asesoría consultoría y orientación, distribución de métodos anticonceptivos de calidad y adecuados a la realidad de cada mujer, ligaduras de trompas y vasectomías por pedido del/la interesado/a, protocolo de atención de abortos en curso, etc. 
Cumplimiento de la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres: los malos tratos tanto verbales como físicos, como las mentiras y las manipulaciones que sufren las mujeres que se acercan a los hospitales solicitando la práctica de abortos no punibles, atención de abortos en curso, o algún tipo de atención relacionada con la salud sexual, constituyen casos de violencia obstétrica y deben ser denunciados y castigados.
Guía técnica de atención de los abortos no punibles en todos los hospitales del país, para lo cual es necesario que el ministro de salud de la nación, Juan Manzur, le devuelva el rango de resolución ministerial y se lleve a cabo un plan nacional para garantizar su aplicación efectiva.