Daniel
Filmus no resiste un archivo: fue
secretario de Educación del intendente Carlos
Grosso durante el Menemismo, entre 1990 y 1992, quien terminó preso por
corrupción.
Filmus
se mantuvo en el cargo a pesar del bochorno del negociado de la escuela-shopping,
aquel engendro en que la corruptela del entonces
Concejo
Deliberante transformó un edificio escolar histórico en un
reducto
compartido con locales comerciales en pleno barrio de Once.
Mientras
Filmus fue funcionario, un joven legislador de la oposición
logró
notoriedad por denunciar que -una madrugada de diciembre de
1991-
el Concejo Deliberante había autorizado la construcción de una
galería
comercial en la planta baja de la escuela Presidente Mitre.
Era la
famosa “escuela shopping” y el denunciante, el concejal Aníbal
Ibarra.
Fue
asesor del Ministerio de Educación a cargo de Susana Decibe
durante
el Menemismo. Fue partícipe de la Ley Federal de Educación conocida como la
“Reforma Educativa”.
Cuando
dejó el gobierno de Grosso, el sociólogo se sumó como asesor al equipo de la
ministra de Educación, Susana Decibe, impulsora de una criticada reforma
educativa que incorporó el Polimodal y el EGB como Sistemas educativos
alternativos al tradicional secundario, con su secuela de asfixia
presupuestaria y la precarización docente.
Daniel
Filmus impulsó la Nueva Ley de Educación Nacional. Lo hizo
criticando
ferozmente la “ley menemista”, esa mismo que él colaboró a
redactar.
Declaraciones
de Susana Decibe, Ministra Educación de Carlos Menem: “El ministro de Educación
de la Nación, Daniel Filmus, afirma, en un reportaje reciente, que la reforma
de los 90 acentuó la cantidad y no la calidad, a pesar de que él mismo fue
parte de nuestro equipo de gestión y compartía la visión y la política”. (12/1/06)
Como
secretario de educación de Ibarra una frase “poco feliz”:
Con
Ibarra, Filmus volvió a la Ciudad, nuevamente como secretario de
Educación.
Durante tres años, piloteó un proceso de declive implacable de la escuela
pública porteña, caracterizado por la caída del salario docente y el derrumbe
de los edificios escolares. En la bancarrota de 2001, una disposición de su
Secretaría habilitó a las concesionarias de los comedores a que “adecuen los
menús a la grave situación financiera”.
Cuando
arreciaron las protestas y denuncias de niños mal alimentados, Filmus acuñó una
de sus frases más conocidas: “a la escuela se viene a aprender, no a comer” (2/7/02).
Mientras “ajustaba” a los comedores, Ibarra “arreglaba” la deuda pública de la
Ciudad “hacia arriba”.
Y un
día se sumó al Kirchnerismo... Filmus fue convenientemente reciclado por
Kirchner, que lo ungió como Ministro de Educación, desde donde empezó a atacar
a… la “política educativa de los ‘90”.
Una vez
kirchnerista, Filmus volvió a su propuesta como menemista, de “canje de deuda
por educación”, o sea, privatizar. A renglón seguido, promovió una Ley de Educación
Técnica para la “participación de las organizaciones empresariales en el proceso
formativo”. Como broche de oro, Filmus redactó, junto a Yasky, la “nueva” Ley
Nacional de Educación”, que consagra la descentralización
educativa menemista, la precarización laboral docente, la injerencia del clero
y los subsidios a la educación privada.
La
posición de Filmus respecto de la educación:
“En la
Argentina -dice-, tenemos un sistema de educación privada con
subvenciones
proporcionales a la cuota, y es una modalidad muy
equitativa
de transferencia de recursos públicos a la capacidad de los
padres
para elegir la escuela de sus hijos” (Página/12, 3/1/01). Es
decir
que casi no difiere de Macri. Cuando asumió como secretario de
Educación
porteño con Ibarra, planteaba “descentralizar la
administración
educativa a nivel de cada comuna (...), propiciando una
mayor
autonomía en las escuelas para que desarrollen sus propias
estrategias
educativas”. Suena muy cercano a las escuelas “charter” o
concesionadas.
Y ahora debemos agregar: Mientras está en
plena campaña electoral para ser jefe de gobierno porteño, la policía Federal
(dirigida por el gobierno Nacional) reprime a los docentes de Santa Cruz que se
manifestaban en el Ministerio de Trabajo. Luego, recordemos de 60 días de paro,
tras no haber llamado el gobernador a la apertura de paritarias en una ciudad
con un costo de vida altísimo, luego de ser
reprimidos en la provincia, y agredidos por la patota de la UOCRA, sin
que el gobierno nacional interfiera. O por el contrario:
Declaraciones
de Silione, Ministro de Educación de la
Nación “el paro de los docentes de Santa Cruz tiene una clara intencionalidad
política”
Filmus
avala la represión a los docentes de Santa Cruz:
El candidato K a jefe de Gobierno porteño avaló la
decisión de la Justicia de desalojar a los maestros que acampaban sobre la
avenida Alem. "Los habitantes también tienen su derecho de trasladarse de
un lugar a otro", argumentó.