Por CCC
Zona Centro - Capital
Que nación
garantice el subsidio en camino a la estatización gestionada por nación y
ciudad bajo control popular.
Se acerca
diciembre y es tiempo de definiciones en el subte, ya que es cuando se cae el
subsidio del Gobierno Nacional, y vencen los acuerdos salariales con los que
patearon la paritaria. Metrovías amarretea los insumos (ropa, precintos, etc), abonando
los rumores de su salida del juego. La dirección de la AGTSyP enrolada con el Gobierno
Nacional, le quita su responsabilidad y “amenaza” con el precipicio si no
agarra Macri en vez de poner los pies sobre la tierra y reconocer que la salida
es política y que lo más viable es que se vayan los ladrones de Metrovías, se
estatice bajo administración de la nación y ciudad con control de los
trabajadores y usuarios.
En ese
camino es fundamental y vital hoy que la nación no quite el subsidio para
resguardar la fuente de trabajo, los salarios y que no haya tarifazo en el
boleto para llevar tranquilidad a los trabajadores y no se los deje librados a
su suerte. Crece el
rumor de que finalmente Macri se haría cargo, con aumentazo incluido (se habla
de $5,50 el viaje). La semana que viene comienza el plan de lucha con apertura
de molinetes, uniendo correctamente a trabajadores y usuarios en el reclamo de
una salida al problema, porque son ellos los que diariamente pagan la crisis
del subte: los usuarios sufren el aumento del boleto, la falta de frecuencia,
hacinamiento en horas pico, interrupciones del servicio y falta de mantenimiento.
Mientras los trabajadores sufren el retraso salarial (inflación, impuesto a las
ganancias y baja de las asignaciones familiares mediante) y la inseguridad en
las condiciones de trabajo que ya se cobraron la vida de dos trabajadores en
los últimos 2 años. Y Macri viene con más aumentos al boleto, y amenazas a los
trabajadores. Es conocida su política de persecución a los que luchan, sean docentes,
médicos y hasta estudiantes secundarios.
¿Y el Gobierno
Nacional? La “sintonía fina” viene con ajuste, se quieren sacar de encima el
“clavo”, pero son responsables del descontrol e hicieron la vista gorda sobre
los chanchuyos de Roggio durante casi una década.
Cabe preguntarse entonces: ¿Hay
una salida de fondo? ¿Cómo avanzamos los trabajadores?
Para
empezar, la dirección de la
AGTSyP debe abordar este conflicto como lo que es, un
conflicto político, no gremial. Y por tanto, debe plantarse desde el punto de
vista de los trabajadores, independiente de los dos gobiernos en esta disputa y
profundizando la unidad y la participación democrática de todos los compañeros.
Hay que
impulsar pronunciamientos en cada línea para que no se corte el subsidio y
preparar una marcha a la secretaria de transporte de la nación y luego a
jefatura. ¡Basta de incertidumbre! Si
los trabajadores del subte encabezan un reagrupamiento amplio que (unido a las
demandas salariales todavía postergadas) empalme con los que utilizan el
subterráneo para ir a trabajar o estudiar y necesitan una solución al problema
del transporte público, es posible terminar con Metrovías como operador privado
del servicio y que el Subte vuelva a estar en manos del Estado, haciendo cargo
a ambos gobiernos de resolver el problema de transporte en la Región Metropolitana.
Así, los millones que se lleva hoy Roggio por pasajes, publicidad y explotación
de locales se podrían destinar a mejorar el servicio, evitar los aumentos y
garantizar tarifas populares, aumentar salarios, garantizar los derechos
laborales y las condiciones de seguridad en el trabajo y el transporte. Este es
el camino para garantizar un servicio público imprescindible, en manos del
Estado y con control popular.