Prefectos y gendarmes |
Por Gustavo Funes
1) El conflicto se desata a partir del decreto
1307 donde se fija el haber mensual para el personal en actividad de la Gendarmería Nacional
y de la Prefectura
Naval Argentina, suprimiéndose adicionales y dejando sin
efecto compensaciones.
A los suboficiales les recortaron
hasta un 40% el salario, teniendo en cuenta que son salarios en promedio de
$6000 o $7000 conformado. Ahora el Gobierno dio marcha atrás y depositó el dinero
complementario para que ningún prefecto o gendarme reciba menos sueldo que el
mes pasado y descabezó las cúpulas de las dos fuerzas de seguridad. Pero pide 5
días para responder el petitorio de los prefectos y gendarmes a lo que se
respondió con mantener una vigilia en la calle.
El recorte no
afectó a los oficiales, y esto constituye un punto muy importante en el
estallido del conflicto, ya que acentúa una contradicción histórica en la FFAA entre la oficialidad y
la mayoría de la suboficialidad. Dentro de esa suboficilaidad movilizada, se
muestran dos aspectos contradictorios: son asalariados que cobran y viven de
manera precaria en su gran mayoría, son del interior pobre y de origen humilde.
Por otro lado integran una fuerza represiva del estado y son los que reprimen
en las rutas u otros conflictos populares. La forma del reclamo constituye un
hecho novedoso, ya que se manifiestan en la calle, movilizados y no en el ya conocido
acuartelamiento.
2) Parte de
la situación creada tiene que ver con la política inflacionaria del gobierno y
los ajustes en particular en el estado. Muestra también una constante de la
política del Gobierno como es sostener hasta el 50% del salario en negro, con
adicionales o sumas fijas a la gran mayoría de esos efectivos. En el caso del
plan de militarización de la zona sur de la Ciudad , se acordó que se les abonaba hasta $3000
mas a los efectivos afectados a los cuales se les debe 6 meses.
3) Es
extraño que el gobierno no tenga ninguna información de que esto podía pasar, o
¿lo sabían y lo dejaron correr? Hay que tener en cuenta también la interna
Garré/Berni. Como sea, también el propio gobierno busca aprovechar la situación
para polarizar mas a la sociedad -en esa dirección se expresó Abal Medina y
Unidos y Organizados- en cuanto a la denuncia de maniobras desestabilizadoras.
Esta
situación abierta, también le sirve a otros sectores para desgastar al gobierno
y a medida que pase el tiempo ir generando una situación grave en el país. Por eso
tampoco se puede descartar que esas cúpulas –sostenidas por el gobierno donde
muchos están vinculados en actos de corrupción y el narcotráfico- que son las
que pagaban los sueldos a esas fuerzas, hayan aprovechado para enrarecer la
situación y le den pasto a otros sectores dominantes opositores en un contexto
de aguda disputa entre los de arriba.
En esta
situación se suma la desaparición un testigo clave Alfonso Severo en la causa por Mariano Ferreyra constituyéndose un
hecho gravísimo que vuelve a mostrar que los grupos mafiosos, parapoliciales
muchos de ellos vinculados a las fuerzas represivas y de los servicios de
inteligencia siguen operando impunemente.
4) Por eso
es muy importante sostener una posición independiente que denuncie la política
del gobierno de Cristina Kirchner que trasladó a estas fuerzas militares que
estaban destinadas a cuidar la frontera para reprimir el conflicto social
interno y militarizar las villas y la pobreza, así como reprimir a los
trabajadores como en Kraft, los petroleros, las Cooperativas o los trabajadores
del Casino Flotante, o hacer inteligencia con el “proyecto X”.
Y junto con
esto ganar las calles exigiendo al gobierno la aparición con vida de Alfonso
Servero y Jorge Julio López.
Posición
independiente que no entre en ninguna maniobra del gobierno para utilizar al pueblo
en la disputa por arriba y a la vez denuncie cualquier juego desestabilizador
que solo le sirve a algún sector de las clases dominantes.