Por Mujeres del PCR-Capital
El lunes 28 de mayo fue el Día Internacional de Acción porla Salud de las Mujeres, fecha
que se viene arraigando cada vez más en la agenda del movimiento de mujeres, no
por casualidad sino porque las dificultades para el acceso a una salud integral
no se resuelven.
El lunes 28 de mayo fue el Día Internacional de Acción por
A raíz de la convocatoria hecha por la “Campaña Nacional por el Derecho
al aborto, legal, seguro y gratuito” más de 30 organizaciones nos reunimos para
organizar aquella exitosa jornada de lucha. Este 28 de mayo fue la continuidad de la unidad que venimos forjando desde el 1° de
Noviembre del año pasado (tratamiento
fallido del proyecto de la campaña), que continuó el 25 de Noviembre de ese
mismo año (Día contra todas las formas de violencia hacia las mujeres), que
llenó la Plaza
de Mayo y marchó hacia Congreso el 8 de marzo. Aquel Día de la mujer
trabajadora logramos romper con la
histórica fragmentación del movimiento de mujeres de la capital, que hacía años
no se movilizaba unitariamente en esa fecha. En todo este recorrido juntas
afianzamos ese espacio de coordinación y unidad con la perspectiva de ampliarlo
y avanzar con ofensiva este año.
En paralelo, una convocatoria de las mujeres K en el obelisco, llamaba a
“celebrar” los avances de las mujeres en estos años de gobierno kirchnerista.
Para empezar a hablar sobre salud de las mujeres hay que tener en cuenta a la
gran cantidad de mujeres trabajadoras, que sufren la superexplotación en sus
lugares de trabajo, como las trabajadoras de Felfort, Subte y las de calls
centers, para nombrar sólo a algunas de las que sufren tendinitis, afecciones
en la espalda, y discriminación por lo que en algunos casos hasta tienen que esconder sus embarazos para
que no las despidan. Como si esto fuera poco, después de la agotadora jornada
laboral tienen que ir a sus casas a cumplir el rol que esta sociedad les asigna
a las mujeres: la responsabilidad de las tareas domesticas. Es así que las
mujeres trabajadoras debemos cumplir una doble jornada producto de la doble
opresión que sufrimos, y para colmo el sueldo no alcanza para llegar a fin de
mes, lo que implica una alimentación ineficiente. Esto forma parte de la vida
cotidiana de miles de mujeres y es la base sobre la que se desarrollan todas
las otras formas de violencia que vivimos en nuestros cuerpos y nuestras mentes
y perjudican nuestra salud.
Por lo tanto, la lucha por cambiar este modelo económico que se caracteriza por la
superexplotación, los bajos salarios, inflación, etc. también forma parte de la
lucha por la salud, del pueblo en general y de las mujeres en particular.
Las mujeres tenemos vedado el derecho a decidir sobre nuestras
vidas y nuestros cuerpos. Ha aumentado la violencia de género en todos los
ámbitos y también los femicidios. La
Ley contra la violencia hacia las mujeres fue reglamentada
pero recibe un presupuesto miserable por lo que desde el estado no se dan
respuesta a las víctimas, faltan refugios, no hay subsidios para las mujeres
que quieren abandonar al golpeador, tampoco asistencia psicológica, etc.
Además, se han aprobado en los últimos años un conjunto de leyes como la
de Educación Sexual Integral, Salud Sexual y Procreación Responsable, Ley de
ligadura tubaria, Ley de Parto Humanizado. También el programa de Salud Sexual
confeccionó la Guía
Técnica de atención de los abortos no punibles, el protocolo
de atención de víctimas de violencia sexual y protocolo de atención de abortos
en curso. Toda esta normativa es un importantísimo avance, sin embargo, la mayor
parte es letra muerta. Se ha avanzado en la distribución de métodos
anticonceptivos en algunas regiones del país pero con eso no basta, porque
nuestro país es uno de los tres países con el índice más alto de abortos: Alrededor
de 500.000 mujeres por año deben transitar por una situación de aborto
clandestino/casero, muchas de ellas (alrededor de 70.000) sufren complicaciones
teniendo que recurrir a guardias hospitalarias donde son tratadas de la peor
manera y a veces sufren daños irreversibles en su salud y otras tantas mueren
producto de las complicaciones.
El fallo de la Corte
sobre los abortos no punibles, saldó todos los debates alrededor de la
interpretación del artículo 86 del Código Penal respecto a los abortos en casos
de violación. Sin embargo, desde el Gobierno no se toman las medidas necesarias
para que estas intervenciones se realicen en los hospitales públicos. La Guía Técnica de
atención de los abortos no punibles ni siquiera fue impresa y distribuida en el
sistema de salud. Es necesario que el Ministerio de Salud le asigne el rango de
resolución ministerial a esta Guía e inicie una distribución masiva de la
misma. El sistema de salud debe garantizar las intervenciones, más allá de que
los profesionales se declaren objetores de conciencia.
Por todo esto, no acordamos con el llamamiento a “celebrar”, porque
todavía siguen sucediendo las tragedias de las muertes por abortos
clandestinos, de las niñas abusadas que son obligadas a continuar con el
embarazo producto de la violación, del maltrato en los hospitales, y tantas
situaciones más.
Además, porque este gobierno que es tan duro con los/as que luchamos,
que nos persigue con la Ley
antiterrorista y el Proyecto X, es blando con la jerarquía de la iglesia
católica y con las autoridades evangelistas, que directamente o a través de
funcionarios gubernamentales afines y organizaciones reaccionarias como la “Red
de Familias” y otras, intervienen permanentemente en todas las instituciones de
educación y de salud. Así es como impiden el dictado y la distribución de materiales de
educación sexual integral, la distribución de métodos anticonceptivos, y
atormentan a las niñas o adolescentes que solas o acompañadas con sus
familias llegan a los hospitales a pedir que se interrumpa el embarazo producto
de una violación, como pasó en los recientes casos de Misiones y Entre Ríos,
entre otros.
Las mujeres necesitamos que la mayoría K de la cámara de diputados
(muchos de ellos/as firmantes del proyecto) y del senado, apruebe el proyecto
de Interrupción voluntaria del embarazo, que junto con la aplicación en todo el
territorio nacional de las leyes que ganamos con nuestra lucha, van a ser un
gran avance hacia el acceso a una salud integral. Ahí recién, vamos a tener
algo para celebrar.