Cumbre del G20 |
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó "fuertes críticas" en la Cumbre del G20 a las políticas de ajuste que se aplican en Europa para hacer frente a la crisis, ¿pero cuál es la verdadera receta de Cristina para la crisis en la Argentina y sus sectores populares?. Gustavo Funes, Coordinador del PCR de la Capital Federal, analizó en Abran Paso la participación de la Presidenta en la cumbre y los ingredientes de la receta que no revela.
A continuación compartimos la nota completa:
A continuación compartimos la nota completa:
Es cierto que Cristina se para frente a
recetas "archiconocidas", contra el eje neoliberal y desde ahí trata de mostrar el
modelo argentino, que a la larga o a la corta conduce al
enfriamiento de la economía y el estancamiento de la producción. Por lo tanto, tendría
que decir que eso también es parte de este modelo. Esta claro que ella se va a
parar desde ahí y va a decir que ellos no aplican la receta neoliberal como se
hace actualmente en los países centrales de Europa. Lo que a grandes rasgos es
cierto, pero eso no quiere decir que el modelo que presentan en la Argentina es un modelo
que nos va a sacar de la crisis, todo lo contrario.
En la medida en que acá el dinero que se esta
juntando es para pagar los vencimientos de este año (12 mil millones de
dólares) lejos se está de beneficiar a la argentina y sí en beneficiar a esos
monopolios, bancos y países que están en plena crisis, particularmente en
Europa. Este es el modelo que esta llevando adelante el Gobierno Nacional y que
se encuentra cada vez más con mayores dificultades. Esto para entender a dónde
apuntan los planes de vivienda que han lanzado y el nuevo acuerdo con Slim para
la parte de Eskenazi en YPF.
Pareciera que el lema es “en el país de los
ciegos el tuerto es rey”, en un mundo sacudido por la peor crisis del
capitalismo en su historia, donde el centro esta en Europa y EE.UU., y uno ve
imágenes que parecen peores que las del 2001. Entonces, va Cristina con su plan
y pareciera ser la “Reina de Java”.
Es un hecho de importancia el paro nacional en
la alimentación, y más allá de las maniobras que puedan hacer los jerarcas
sindicales como Daer, la mayoría de los trabajadores ve el ajuste por la inflación,
que es la política del gobierno, en un sector altamente productivo como es el
de los alimentos y no se conforma con un aumento del 20% sino que pelea un 30%.
El espiral de la crisis ha llevado al gobierno
a una aguda disputa política de diferentes sectores, incluso hay
desprendimientos del propio gobierno como el de Moyano, que van a tener mucho
que ver en el futuro no solamente político sino también en el reagrupamiento
del movimiento obrero. Este es uno de
los temas claves en el período que se viene. Si uno toma como muestra las
diferentes manifestaciones que vienen haciendo algunos dirigentes sindicales en
la última semana, efectivamente muestran que hay una agudización de la disputa
política por el control del movimiento obrero. A su vez, también hay nuevos
reagrupamientos que vamos a tener que seguir de cerca, por ejemplo, la dureza
con la que ha salido Caló (Secretario General de la UOM y futuro quizás candidato
a Secretario General de la CGT
por el oficialismo) al decir que “va a defender a muerte al modelo” es una
declaración de un destacamento del movimiento obrero muy importante. Tampoco
quiere decir esto que lo que diga Caló sus bases lo van a hacer, pero es una
definición muy importante a la hora del alineamiento en el medio de la disputa.
Por otro lado, hay que tener en cuenta el hecho de que Moyano se haya abierto
del gobierno y vaya a una alianza con Scioli como eje central y desde ahí trate
de acercar a todo lo que ande dando vueltas “anticristinista”. Expresión de eso
es la reunión que han tenido el fin de semana en la casa de Franco Macri con
Mauricio, donde muestran dos cosas: por un lado la vuelta de Covelia a los
negocios de la Capital ,
y por otro lado, el ofrecimiento de Moyano a un reagrupamiento más amplio desde
el peronismo de Scioli con otros sectores como el PRO, en perspectiva al 2013 y
2015.
Estos movimientos que van haciendo dentro del movimiento obrero muestran
el grado de la disputa política en el seno de las clases dominantes. Acá no hay
que ni pensar, más allá de algún punto en el que se pueda estar de acuerdo de
lo que se plantee, que lo que se esta discutiendo es algún proyecto popular. Lo
mismo vale para el sector de Barrionuevo, que es otro sector, vinculado al
Duhaldismo, que aparece ahora jugando abiertamente desestabilizador diciendo
que “si sigue así la
Presidenta no va a cumplir su mandato”. La disputa es por
quién se queda con la hegemonía, entonces, desde el punto de vista de los
intereses populares, antiimperialistas y del clasismo en el movimiento obrero,
ahí no van a encontrar absolutamente nada. En este sentido, sería muy bueno
seguir analizando cuál es el reagrupamiento para el presente y el futuro para
el movimiento obrero.
Al tener una política inflacionaria el salario
tiene cada vez menos poder adquisitivo y esa es la realidad. En la medida de
que esto siga así se va a ir profundizando el antagonismo, y si bien el
gobierno tiene todavía un cierto margen de aire, en el futuro inmediato no lo
va a tener. Por eso, es importante registrar lo de la alimentación, que son parte
de los sectores más postergados y explotados. También con el tema de la escasez
de dólares los alquileres han subido en muchos casos. Hay un conjunto de hechos
que muestran un creciente malestar y mal humor en muchos sectores populares. Pero
también es cierto que como han pasado cosas tan profundas en la Argentina como la crisis
del 2001, y los actores de los sectores dominantes son los mismos, esos
sectores populares tienen nuevamente que elegir, y en eso trabaja mucho el
gobierno sobre el eje de no volver al pasado.