lunes, 12 de marzo de 2012

En la escuela pública: Ni un grado menos, ni un curso menos

El 29 de febrero el Gobierno de Macri en Ciudad de Bs. As. dispuso que el cierre de 143 grados y 78 cursos. Sabíamos nosotros que la pérdida de control gremial de las Juntas apuntaba, por un lado, a digitar la designación de docentes y por otro a evitar el control de las vacantes. De este modo, al mismo tiempo que se aumentaba en 50% el subsidio a las escuelas privadas el presupuesto educativo, (de 1033 millones en 2011 a 1500 millones aproximadamente), se favorecía la fragmentación del sistema educativo. El paso siguiente sería, con esta lógica, volver a intentar el cierre de cursos.






¿Los argumentos? El desdoblamiento de grados y cursos en la zona Sur de la Ciudad, la asignación de recursos para abrir salas de Inicial y la fusión de grados poco numerosos. Es decir, amontonar niños en las escuelas que aún no están amontonadas, para que en las aulas haya no menos de 30 chicos o más. Acá está, por parte de esta gestión, la tan proclamada “preocupación” por la calidad educativa.
Hace muchos años venimos reclamando la apertura de nuevas escuelas en la esa zona Sur, ya que las familias no encuentran vacante para sus hijos y las aulas están superpobladas. Hace años venimos reclamando la apertura de vacantes para Inicial, ya que el Estado viene incumpliendo su rol de garante del derecho a la educación desde los 45 días, establecido en la Ley de Educación Nacional y en la Constitución de esta Ciudad, (derecho que sí lo han utilizado en costosas campañas electorales). Hace muchos años venimos denunciando el hecho de que a niños de esa zona los hagan viajar en micros desde sus barrios hasta una escuela lejana, para evitar la construcción de nuevas escuelas.
La única lógica posible para el Pro, es este ajuste que pretende ser implacable. No puede nunca ocurrírseles invertir más presupuesto, abrir nuevos cargos docentes ni realizar una campaña para el aumento de la matrícula a la escuela pública.

Hablan de una primera etapa, con lo que dejan ver su intención de profundizar este camino más adelante.

Tenemos que prepararnos para que el problema del Ingeniero Macri y el Analista de Sistemas Bullrich, sea que no pueden hacer pasar esto. Que se encuentren con una comunidad educativa que defiende con uñas y dientes a sus escuelas, sus grados, sus alumnos. ¿Por qué? Porque los maestros sí hacemos mucho por el aumento de la matrícula, enseñando, resolviendo situaciones conflictivas, poniendo el cuerpo y toda nuestra capacidad para brindar la mejor educación posible dentro de este panorama de agravios, insultos y salarios de pobreza.

¿Qué tenemos a favor para frenar este atropello?

1º Que en el 2010 frenamos el cierre de 82 cargos docentes, es decir, 82 grados de escuela primaria. Nos movilizamos tanto que todas las cúpulas tuvieron que hacer algo, tomamos el ministerio y no dejamos en paz hasta le último niño bien que encontramos allí, exigimos estar en la Mesa de Condiciones Laborales y Salariales, frenamos actos públicos donde se ofertaban los cargos interinos correspondientes a los titulares que intentaban dejar en disponibilidad, hicimos cantidad de radios abiertas, volanteadas, etc. Fue una lucha que además, demostró la importancia que tiene el rol de las Juntas cuando en sus cargos hay compañeros que se la juegan por la escuela pública.

2º Que en el 2011, después del pomposo triunfo electoral de Macri y de Cristina, los maestros demostramos que esos resultados no implicaban llevarnos de las narices a ningún lado, ni por parte del gobierno de la Ciudad ni de los dirigentes obsecuentes con una presidencia que acaba de insultarnos, insuflando de odio al pueblo, y defendimos hasta las últimas consecuencias nuestras Juntas y nuestro estatuto, plantándonos delante de la Legislatura el día del tratamiento de la nefasta ley, y de tanto miedo, nos mandaron patotas. Demostramos ser un movimiento poderoso, con una comunidad de familias atrás que no se opuso, y en muchos casos apoyó nuestra lucha, a pesar de los mil intentos por dividirnos, orquestados desde los medios de comunicación.

3º Tenemos la oportunidad de unirnos en este reclamo con los estudiantes secundarios, quienes en el 2010 llevaron adelante una lucha ejemplar por sus escuelas.

Desde Lucero creemos que los maestros tenemos que hacer todos los esfuerzos porque la comunidad tome este tema en sus manos. Las familias son la clave para eso, debemos convocarlas y buscar la manera para que expresen, con los modos que cada comunidad encuentre, su bronca en la calle. Organicemos la lucha por escuela y por distrito con cortes de calle, demostremos quiénes verdaderamente tienen el interés puesto en una escuela con calidad y para todos.

Agrupación docente
Enriqueta Lucero