Convocamos a todas y todos los que desde los diversos ámbitos, la política, la educación, la cultura y el arte, el movimiento sindical, estudiantil, los movimientos sociales, democráticos, ambientales o la actividad profesional, podamos aunar esfuerzos, sumar y trabajar en el desarrollo de un programa, que entrelace en la acción las diversas prácticas sectoriales, reconociendo el rol fundamental de los trabajadores, para un proyecto verdaderamente popular, liberador y de emancipación social.
1. Desde distintas usinas y grandes medios de comunicación, desde el propio poder en su sentido más vasto, se nos intenta imponer una polaridad interesada, que no estamos dispuestos a aceptar.
Una polaridad que es presentada como el contrapunto entre el proyecto “nacional y popular” del kirchnerismo y el proyecto “liberal institucionalista” de diversas expresiones de la oposición promocionadas por Clarín y La Nación, bendecidas desde la Sociedad Rural y otros rancios reductos.
Pero se trata de un “proyecto nacional” que sin embargo no se evidencia cuando se corporiza en gobernadores como Insfrán, Gioja o Beder Herrera, en la sojización y los acuerdos con las mineras y petroleras, en la detención del dirigente ferroviario combativo Rubén “Pollo” Sobrero, en la sanción de la ley antiterrorista o en el “Proyecto X”. Y por la otra parte, un proyecto “liberal institucionalista” que hace bandera de un republicanismo difícil de percibir en los negociados de Papel Prensa con la Dictadura , en el encubrimiento de los asesinatos de Kosteki y Santillán, o en los reclamos de ajuste y represión a lo largo de los años.
2. Esta “gran polaridad” no es más que la disputa entre una hegemonía que avanza y otra que retrocede en el control del Estado y del poder en general. Pero no se trata solo de “pensar” en romper esta polaridad, sino de interpretar, reconocer, referenciarse, expresar y potenciar desde la política, la cultura y el arte, la educación, la actividad sindical, los movimientos sociales o la actividad profesional, a los procesos objetivos, populares, masivos que la desbordan, alcanzando triunfos que, aunque parciales, trascienden el corset de la polaridad impuesta.
Así triunfa, en estos primeros meses del año, la pueblada en Famatina contra la contaminación y el saqueo de monopolios imperialistas de la megaminería, que retoma el camino iniciado ayer por el pueblo de Gualeguaychú, entonces contra las pasteras. La respuesta del gobierno es hoy la represión en Belén, Tinogasta y Andalgalá.
Tal es el caso también del reciente triunfo de la ocupación, mediante la expropiación de ochenta hectáreas del monopolio terrateniente Ledesma, “dueños” tradicionales de la Provincia de Jujuy, autores del apagón de Calilegua durante la dictadura, y a la vez actuales socios principales del kirchnerismo en el ejercicio del Gobierno provincial. Igualmente, el triunfo de los tercerizados del Roca conquistando el pase a planta para tres mil trabajadores, la cárcel para Pedraza tras el asesinato de Mariano Ferreyra y dejando en evidencia la situación de millones de trabajadores tercerizados y en negro en todo el país. Y meses antes la lucha contra los despidos en Kraft que - tras cuarenta días de paro y ocupación- sólo pudieron imponerse parcialmente con la represión del Gobierno Nacional.
Toda disputa en las alturas entre sectores de las clases dominantes es también aprovechable desde el punto de vista y los intereses populares, en la medida que sea identificada como tal para no ser devorado por ella. Por el contrario, cuando los procesos populares quedan atrapados en esta polaridad no logran avanzar. Así fue en el proceso del Indoamericano –donde irrumpió para millones la emergencia habitacional en la Ciudad de Buenos Aires- que tras la acción policial conjunta y homicida, el despliegue de patotas y la confrontación mediática entre Macri y Anibal Fernandez, terminó siendo descomprimido y dispersado mediante un censo inconducente, generándose además una neutralización mayoritaria en el conjunto del pueblo.
Persisten desde el 2001 las empresas recuperadas como Zanón, Renacer y en nuestra ciudad Bruckman y el Bauen entre muchas otras. En la UBA , estudiantes y docentes vienen sosteniendo la lucha por presupuesto, contra la Ley de Educación Superior y la Coneau y por la democratización del gobierno universitario, y en todos los niveles defendiendo la educación pública frente al desprecio del gobierno nacional y de la ciudad por el trabajo docente. Gana espacio la lucha de la mujer por todos sus derechos y frente a la violencia de género. Se abre paso también la lucha por castigo a los responsables y reestatización de los ferrocarriles luego de la masacre de Once. Y asistiremos, a 30 años de la ocupación de las Malvinas por los ingleses, a una nueva muestra del antiimperialismo que anida en nuestro pueblo.
3. Es difícil tener perspectiva hacia el futuro sin analizar el pasado reciente. En medio de una gravísima situación económica y social, el 2001 fue fundamentalmente una rebelión de los de abajo que evidenció la crisis de representatividad de los de arriba. La rebelión echó a De la Rua y Cavallo y se sucedieron en pocos días cinco presidentes, incluyendo la inestabilidad del propio Duhalde. Pero a la vez, fue una crisis en la disputa por la hegemonía entre los grupos de poder, en el marco también de aquella crisis económica mundial que se desarrollaba desde 1997 y en un mundo en el que venían surgiendo nuevas potencias y “oportunidades” internacionales.
La masacre del Puente Pueyrredón a mediados del 2002 fue el punto de inflexión de aquella crisis política. La inviabilidad de lo viejo, pero a la vez la imposibilidad de los sectores populares para imponerse frente a las armas de los comisarios Franchiotti, del Estado, de los que “no se iban a ir”. El kirchnerismo es un producto de este desenlace. Resuelve no el conflicto fundamental en un sentido popular, sino la necesidad de una nueva hegemonía en el poder, reorientando la matriz productiva y de exportación, con eje en la soja, la minería y el petróleo junto al negocio automotriz, manteniendo el marco de la Argentina como país dependiente. Por eso, inclusive la oposición política promovida a través de Clarin y La Nación se ha reducido a su reclamo “institucionalista” y al forcejeo dentro de esta nueva matriz.
Muchas de las medidas adoptada por el Gobierno Nacional, pueden entenderse sobre la base de una dualidad: concesiones a un pueblo que no pudo imponerse en el 2001 pero sigue luchando, y al mismo tiempo golpes desde el gobierno a sus adversarios en la lucha por la hegemonía en el poder, en sus distintos planos: electoral, económico, mediático, judicial, parlamentario, militar, policial, en definitiva político. Estatización de las AFJP, asignación universal por hijo, jubilación universal, juicios a represores de la dictadura, exoneraciones policiales y cambios de cúpulas, “salvataje-estatización” de Aerolíneas Argentinas, matrimonio igualitario, ley de medios, en cada una de estas medidas reside esa dualidad. Y entonces, junto con esto, cooptación y división de una parte de los que en el 2001 llegaron a encontrarse unidos.
4. Por otra parte desde el 2007 se ha desatado una nueva crisis del mundo capitalista imperialista, la peor desde la “Gran Depresión” de 1930, originada en las insalvables contradicciones en la base de este sistema. Crisis que en espiral se viene desarrollando, pero que va afectando de distinta manera a todo el mundo y Argentina no es la excepción. Y la política de las distintas potencias, y a la vez de sus socios locales, es descargarla sobre las espaldas de los trabajadores y el pueblo.
Hoy los originarios asesinados en Formosa y Santiago del Estero y la dudosa muerte del dirigente campesino Mártires López del Chaco son el producto de la extensión de la frontera agrícola que demandan los pooles de soja, terratenientes y grupos inversores. Son 5000 las causas abiertas en los tribunales contra los luchadores populares y dos los presos políticos por la lucha contra los monopolios petroleros. Las causas contra los asambleístas de Gualeguaychú se proyectan ahora en las detenciones en Famatina y distintas localidades de Catamarca. No son hechos aislados, son las consecuencias represivas del “nuevo modelo”.
5. La Ciudad de Buenos Aires es la sede de dos gobiernos: el de la Ciudad Autónoma y el de la Nación , y toda su actividad está atravesada por esta realidad. En el traspaso del subte y el consiguiente tarifazo, en la doble jurisdicción policial, en las jurisdicciones nacionales y de la Ciudad en la salud, la educación, la justicia. El entrelazamiento es permanente por lo que vivimos particularmente sometidos a esta polaridad política que intentan imponernos con Macri de un lado y el kirchnerismo del otro.
6. Por todo esto convocamos a todas y todos los que desde los diversos ámbitos, la política, la educación, la cultura y el arte, el movimiento sindical, estudiantil, los movimientos sociales, democráticos, ambientales o la actividad profesional, podamos aunar esfuerzos, sumar y trabajar en el desarrollo de un programa, que entrelace en la acción las diversas prácticas sectoriales, reconociendo el rol fundamental de los trabajadores, para un proyecto verdaderamente popular, liberador y de emancipación social.
Lucas Giono (Sec. Prensa. AGD-UBA), Gabriel Delisio (Sec. Gral AGD-FADU), Lorena Ihan (Vocal AGD-FADU), Pablo De Cristóforis (Sec. Gremial AGD-FCEN), Renata Menendez Helman (Vocal AGD-FCEN), Gabriela Bandieri (Sec. Finanzas AGD-CBC), Ezequiel Catuogno (Sec. Finanzas AGD-FIUBA), Pablo Volkind (miembro de Comisión Directiva AGD-FFyL), Diego Fernández (miembro de Comisión Directiva AGD-FCE). 7-3-12
Adhesiones: convocatoriaproyectopopular@yahoo.com.ar