Por
Gustavo Funes
El cacerolazo en la ciudad , la inundación y las
aspiraciones de Macri para capitalizar el 8N, el acuerdo PRO-FPV y el traspaso
del subte.
Sin ánimo de
hacer un balance nacional, es necesario ver las características y magnitud del
cacerolazo del 8N en la Ciudad de Buenos Aires.
En primer lugar, el cacerolazo fue mucho mayor que
el del 13S las cifras oscilan entre 100 a 250 mil personas en el Obelisco sumando
lugares como Acoyte y Rivadavia y Santa Fe y Callao.
Fue muy definido en cuanto a los sectores sociales
que se movilizaron y manifestaron. Predominaron en un 90% aproximadamente sectores
de capas medias, media/alta y altas. Fue muy marcado el corte con respecto a la
zona sur de la ciudad
de Rivadavia/Belgrano para el sur de la ciudad donde predominan los sectores más pobres y
obreros, donde no hubo prácticamente expresiones la noche del 8N.
Las consignas fueron variadas, (quizás más que el
13S) si bien predominaron las de oposición a la reforma de la constitución y la
re-reelección, reclamos por “la inseguridad”, “falta de libertad” o la
inflación, junto con expresiones más variadas como el impuesto al salario, las
críticas al INDEC y los 6$ para comer, 82% para los jubilados, junto con otras
más reaccionarias o golpistas como “Argentina igual a Venezuela”, “andate
yegüa”, “Nestor te olvidaste a Cristina”, etc.
En la movilización se podía ver varios
contingentes, los organizados y los que se sumaron en los últimos días por su
cuenta o esa misma tarde a la salida del trabajo o estudio. Se podían observar también
carteles hechos de manera uniforme con las mismas consignas, globos gigantes y
hasta un “helicóptero independiente” filmando que se puede ver en Youtube.
El calor, la falta de luz y agua en la ciudad
calentaron el ambiente en la semana, y sumaron bronca y muchos contingentes que
se definieron a último momento.
En el Obelisco y luego en Plaza de Mayo, se pudo
ver a varios dirigentes de la oposición de derecha mezclados entre la multitud.
Vale destacar la presencia del fascista Biondini en Plaza de Mayo, este había
hecho declaraciones en su programa radial señalando “el comienzo de un nuevo
amanecer” a partir del 8N.
Análisis
Lo que se puede ver es que ha crecido la bronca hacia
el Gobierno Nacional de una gran porción de sectores medios y altos de la
ciudad. También se sumó un contingente que había votado a Cristina en las
últimas elecciones y hoy manifiesta su
descontento con determinadas medidas.
Vale recordar que en las últimas elecciones, aún en
sus mejores años, el kirchnerismo nunca ganó en la Capital Federal y
todo hace suponer que el año que viene le irá peor.
Son movilizaciones masivas con un programa heterogéneo que si bien no expresan los reclamos más sentidos del
pueblo más oprimido de la ciudad, también se
expresaron miles de asalariados que ven en estas manifestaciones una forma de
hacer ver y escuchar sus legítimos reclamos.
Por eso es un grave error englobar toda esta gigantesca protesta
en una maniobra golpista o destituyente como pretende hacer pasar el gobierno
de Cristina Kirchner.
También, es necesario no ser
esquemáticos a la hora de abordar estas manifestaciones de masas, ni ponerlos
en un plano de “blanco o negro” ya que la realidad es muy compleja y sujeta a cambios.
En la ciudad podemos dar cuenta de esto al observar el acuerdo FPV-PRO
en la Legislatura y en otros ámbitos.
Por eso es muy importante motorizar iniciativas en
cada lugar de trabajo, barrio o estudio para acercarlos a otros sectores
populares que vienen luchando y alejarlos de los sectores dominantes que buscan
llevarlos de arrastre como carne de cañón en “su lucha contra la hegemonía K”.
Desde esta perspectiva, participar sin banderas y
“mezclados” con dirigentes de las clases dominantes en los cacerolazos, más
allá de respetar el proceso de miles que se manifiestan, resulta difícil para
disputar con los ejes que esos sectores dominantes imponen mediáticamente.
Es necesario articular acuerdos de lucha con las organizaciones populares en la ciudad , y aprovechar al
máximo las redes sociales y las iniciativas amplias para rodear en lo inmediato
a los pequeños comerciantes pobres de la Plaza Constitución
que Macri desalojó violentamente para instalar un mega negocio privado. A los
trabajadores del subte en su lucha para que el traspaso se haga con subsidios de
ciudad y nación para preservar su fuente de trabajo e impedir el tarifazo en el
boleto. Acompañar a los trabajadores de la Isla Demarchi que
van a ser desalojados para instalar allí un mega negocio inmobiliario, entre
otras necesidades inmediatas.
De esta
forma se podrá ir más a fondo en un programa integral donde empalmen reclamos de los
sectores más castigados en nuestra ciudad como el trabajo, la vivienda y la
salud dignas, el aumento de salarios, la anulación de la Ley de accidentes de trabajo
aprobada por el FPV y el PRO, contra la precarización laboral, junto con los
reclamos puntuales en cada barrio y avanzar en la lucha democrática como el
cese de persecución y las causas a los luchadores populares sumándoles las iniciativas
propias que apunten a la unidad popular.
La inundación y las aspiraciones
de Macri para capitalizar el 8N. El acuerdo PRO-FPV
Al histórico apagón que dejó a media ciudad sin luz,
se le sumó el temporal que sometió a decenas de barrios anegados y millones de
pesos en pérdidas materiales de los vecinos y comerciantes de diversos barrios.
La foto de Macri con el grupo Kiss mientras
arreciaban los cortes de luz en la mayoría de los barrios de la ciudad con 35º a la sombra,
muestran las fibras más íntimas del Jefe de Gobierno. Este ya había anunciado
en un acto en el conurbano la importancia del 8N y daba instrucciones a su
tropa para “masificar desde abajo” el cacerolazo.
Pero la lluvia le jugó una mala pasada y la culpa “al no envío de fondos de nación para el
entubado del Arroyo Vega” no alcanzaron para calmar la bronca en los
barrios con más de un metro bajo el agua, menos aún cuando juntos FPV-PRO votan
juntos 11 leyes en una noche en la Legislatura. A decir verdad es una “oposición”
novedosa la del kirchnerismo a Macri en la Ciudad.
La actitud política de Macri frente a las
inundaciones y los cortes de luz, dejan nuevamente al desnudo la desidia de una
política que hace jugosos negocios con la obra pública e inmobiliaria y amolda
un presupuesto como el del 2013
a la medida de ese proyecto.
De la mano del kirchnerismo en la Ciudad , no solo han postergado
las obras urgentes que requieren las barriadas, sino que avanzan contra el
pueblo como el “Plan Maestro para la comuna 8” que, según Rafael Gentili (Legislador Proyecto Sur), sería la mayor venta de tierras públicas en
la Ciudad ,
desde 1983 a
la fecha. “Bajo la excusa de financiar la urbanización en villas y
asentamientos y mejorar la infraestructura de servicios en la Comuna , se prevé
desprenderse de buena parte de las tierras del Parque Roca, Autódromo y Parque
de la Ciudad ,
que se incorporan al negocio de las especulación inmobiliaria y los mega
eventos”. Afirma Gentili.
Se estima un negocio para IRSA de
5 mil millones de pesos en la construcción de
“Solares de Santa María”, una “Dubai” en la ex Ciudad Deportiva de la Boca. Así , junto con la
sesión que afecta tierras ferroviarias en Pompeya y Parque Patricios, para el Plan Nacional Pro.Cre.Ar, una necesidad para el Gobierno Nacional a
cambio de multimillonarios negocios que afectan tierras
ferroviarias en Palermo, Caballito y Liniers para la venta, destinada a vivienda para altos
ingresos y posibles centros comerciales. Estos son las prioridades para el
kirchnerismo y el macrismo en la ciudad.
Nada más acertado fue la denuncia
de contubernio entre el Gobierno Nacional y el de la ciudad que realizamos en
el desenlace de la histórica ocupación del Parque Indoamericano.
Ante el escenario de acuerdo político
entre el kirchnerismo y el macrismo, se abre un período donde las fuerzas
populares tienen grandes posibilidades de asestar duros golpes al macrismo y
denunciar al kirchnerismo cómplice. ¡Hay que sacarles la careta de
progresistas! Es necesario reagrupar de manera urgente un gran arco popular que
rompa el acuerdo Macri-Cristina impidiendo en primer lugar que se avance en los
acuerdos inmobiliarios y de rentas en la ciudad para poder avanzar en la lucha por tierra
y vivienda.
No sirve “juntar a todo lo que no sea k o pro” como expresa la reciente
propuesta de unidad de un sector del FAP, la UCR y la Coalición Cívica.
Las características de ese acuerdo
llevan a mirar hacia atrás y al mezquino horizonte de los votos para el 2013 en
la ciudad.
Por el contrario, empujamos una
expresión opositora con un programa verdaderamente popular, democrático y
antiimperialista para enfrentar la política macrista y el acuerdo con el
kirchnerismo en la ciudad.
En esta dirección es clave fortalecer un programa y un reagrupamiento
popular que discuta en cada lugar de trabajo como garantizar desde abajo el
paro nacional convocado para el 20 del corriente mes por la CGT , la CTA , CCC y otras
organizaciones, respetando la características de los procesos de masas en los
que estamos.
El traspaso del subte
Perece estar todo listo para el
traspaso antes de fin de año. Aquí vale lo mismo que en los otros rubros. Los
trabajadores no pueden estar al margen de lo que se está negociando en el
traspaso.
En primer lugar, que no se caiga
el subsidio de nación para garantizar la fuente de trabajo y que no venga el
tarifazo a 4,50$ el boleto.
El kirchnerismo sabe que si saca
el subsidio se viene le tarifazo de Macri, ya lo hizo antes y lo hará ahora. No
le creemos a los que se rasgan las vestiduras contra el tarifazo pero aceptan
el traspaso sin subsidio de nación. El
kirchnerismo lo aprovechará para la campaña electoral del 2013.
Estatización a cargo de ciudad y nación. Fuera Metrovias. Es evidente que si se avanza en el traspaso con Metrovias,
es porque hay un acuerdo del kirchnerismo con Macri
Lamentablemente, desde la óptica
de los trabajadores, si se trabaja para el traspaso sin plantear que se vaya
Metrovias, no va a fondo en la lucha anti patronal por mas que se diga lo
contrario.
Control popular para que se
cumplan los acuerdos, haya un buen servicio y condiciones de trabajo dignas.
¿Estaremos ante la presencia de nuevos
acuerdos espurios entre el macrismo y el kirchnerismo?