miércoles, 7 de noviembre de 2012

El acuerdo PRO-FVP en la Legislatura


Por Gustavo Funes

Tanto el Gobierno Nacional como el de la ciudad tienen un problema de caja en el marco de una crisis económica como la que estamos atravesando. Sería muy difícil de explicar únicamente desde lo ideológico, por eso, hay que partir de la realidad y analizar desde allí las cuestiones más complejas. Esto es a lo que apunta tanto la presencia de Diego Bossio como de Axel Kiciloff en la propia legislatura el día en que se trataron estas leyes.


Esta votación ha causado una división en el kirchnerismo. Lubertino, que si bien no se fue del bloque, sí votó en contra. O las expresiones del “Nono” Frondizi, que ha estado oponiéndose a lo que el macrismo intenta con los terrenos del Borda. Ven que por arriba se ha tejido un acuerdo.

Respecto a la defensa que hizo Gabriela Cerruti, efectivamente el kirchnerismo puede tener una visión de la ciudad distinta a la del macrismo. Pero lo que está de fondo es a quién se representa. Si uno se para desde los intereses del pueblo y de los trabajadores de la ciudad no va a hacer lo que hicieron ellos en la Legislatura. Ellos están representando otros intereses a pesar de que a veces enfrenten al macrismo y otras acuerden. Como por ejemplo, cuando abren un mercado para grandes empresas como es el caso de IRSA. Lo que está tras el acuerdo, entre otros meganegocios inmobiliarios, es el Plan de
viviendas de ProCreAR, impulsado por el viceministro de economía Kiciloff.

También tiene que ver con el plan que ambos gobiernos tienen para un futuro inmediato con respecto a la economía. Ambos gobiernos todo lo que hacen en relación a lo social está inmerso en los negocios ‘para los amigos’.

Por otro lado, no se puede soslayar el juego político de quiénes -como Macri y Cristina- acuerdan con el imperialismo chino. Lo vemos tanto con Franco Macri, el padre de Mauricio Macri, que es uno de los CEOS para América Latina que representan los negocios chinos. Así como vemos los negocios del subterráneo que trajo Macri. Y eso no es poco.

Los enfrentamientos verbales -aunque no parezca, dados los enfrentamientos de palabras- tienen que ver con las elecciones del 2015. Así como el kirchnerismo elige a Clarín como puching ball a nivel nacional, también lo elige a Macri -entre otros- pero principalmente para su rivalidad en 2015. Son elementos a tener muy en cuenta, sobre todo si contrastamos con el hecho de que tanto IRSA como Metrovias están vinculadas tanto al Gobierno Nacional como al de la Ciudad.