lunes, 27 de febrero de 2012

“Un desastre previsible, no un accidente"

Tras el terrible choque del tren en la estación Once que produjo 51 muertos y mas de 600 heridos, comenzó a desnudarse no solo la falta de control de la Secretaria de Transportes, sino también los negociados que existen entre el Gobierno Nacional y el Grupo Cirigliano. A las insultantes declaraciones del actual Secretario de Transporte Juan Schiavi, se sumaron las de  la Ministra Nilda Garre. Las familias de las víctimas piden Justicia.

La presidenta CFK junto al empresario en una visita a los trenes de TBA



Impunidad de acción, impunidad de palabras
“Es una necesidad mía, como mamá de Lucas, y en la cual me acompaña el papá y demás familia, expresar mi más enérgico repudio al comunicado emitido por el Ministerio de Seguridad de la Nación, encabezado por la doctora Nilda Garré, en el cual se deja entrever la posibilidad de que Lucas tenga la responsabilidad sobre los sucedido", manifestó la mamá de Lucas Menghini, el joven de 20 años  encontrado sin vida tras 57 horas de ocurrido el accidente. “Lucas viajaba en un lugar vedado”, declaró Garre, insinuando la presunta responsabilidad de Lucas por su propia muerte, por viajar en la cabina de conducción del motorman del cuarto vagón.  Las declaraciones Garré han generado un profundo rechazo social, al igual que las del  Secretario de Transporte Juan Schiavi, cuando intento transferir responsabilidades a los usuarios por viajar en el primer y segundo coche de la formación, y plantear que si el accidente hubiera ocurrido un día anterior, la tragedia hubiera sido menor, ya que era un día feriado.  Los Ministros y funcionarios  del Gobierno “Nacional y Popular” parecen estar convencidos de la impunidad de sus acciones y  de la impunidad de sus palabras. ¿Viajan alguno de ellos en estos trenes todos los días? ¿Conocen lo que sufrimos los usuarios que viajamos en condiciones infrahumanas para ir a trabajar? De más esta preguntarlo. Sus declaraciones lo dicen todo.

Amigos íntimos
La empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) es una de las líneas que más subsidios ha recibido desde su privatización. TBA pertenece al grupo empresario de los hermanos Cirigliano, uno de los principales transportistas del país y concesionario de los ramales de trenes Sarmiento y Mitre, además de otras empresas de transporte. El grupo incluye las empresas  Cometrans S.A.,  Tatsa S.A. (carrocerías de colectivos), Emfersa S.A.(empresa de material ferroviario), Metrovías, Opportrans (metro de Río de Janeiro), Grupo Plaza de colectivos urbanos (líneas 36, 61, 62, 104, 114, 124, 133, 140, 141, 142). También manejan las líneas de larga distancia El Rápido Argentino, Plus Ultra y Mercobus y también el servicio de emisión de pasajes "Pasaje Plus". El Grupo Plaza opera un total de 40 líneas urbanas; 20 en la Ciudad de Buenos Aires, 12 en la ciudad de Bahía Blanca y 8 líneas en la ciudad de Santa Rosa, La Pampa. También poseen la firma Sig SA y Transmedios, dedicada a la publicidad callejera. Con Ricardo Jaime, primer secretario de Transporte del gobierno kirchnerista, el Grupo Cirigliano puso en marcha Tatsa, una fábrica de colectivos que funciona en un ex predio militar, donde se producen gran parte de las unidades que se utilizan en su flota urbana. Y llegó también la expansión en el transporte de colectivos de larga distancia. Además de recibir millones de pesos en subsidios para el servicio ferroviario, los Cirigliano también llegaron a la tecnología: fueron algunos de los proveedores de los decodificadores de televisión digital, que la Casa Rosada comenzó a entregar gratuitamente en 2010 bajo el plan Televisión Digital Abierta (TDA). 1500 millones de pesos para distribución de casi 1,2 millones de decodificadores. Fernando Pino Solanas, el líder de Proyecto Sur se preguntaba: "¿Cómo puede ser que estos señores, los Cirigliano, entraron en el '95 y se convirtieron en los empresarios más fuertes ligados a todos los Gobiernos? ¿Por qué siguen los mismos concesionarios torpes? No siguen por buenos, han seguido siendo malos,  acá hay un buen negocio de por medio”, afirmaba. 

Oídos sordos “Hace años que la presidenta escucha, lee y ve estas denuncias y no hace nada”. "El Gobierno parece sordo al reclamo de la enorme población de trabajadores que está condenada a tomar este inseguro y criminal sistema de transportes" alertó Solanas. Por su parte, CFK se refirió ayer a la masacre de Once, asegurando que esperará la “decisión de la justicia” para tomar decisiones políticas. ¿Pero que espera la presidenta para tomar decisiones sobre las responsabilidades que caen de maduro? ¿O sera que piensa proteger a todos los integrantes de esta gran cadena de responsabilidades, resguardando sus negociados y sus intereses?. Ya no es posible culpar a otros, culpar a dirigentes, como la causa  que le inventaron al ‘Pollo’ Sobrero o lo que le inventaron a  Fernando pino Solanas, cuando hace meses atrás fue acusado por el ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como promotor de disturbios en estaciones de tren. Las declaraciones de Garré y de Schiavi  son una ofensa, un insulto  a todo el pueblo argentino,  que demuestra la impunidad de sus acciones y de sus palabras. 

Es necesario poner fin a la concesión de la operadora del Sarmiento, frenar la suba de tarifas en los trenes y colectivos, dejando de garantizarle  las ganancias a grupos como los Cirigliano o Roggio, a empresas como Metrovías o TBA. Es un deber de las organizaciones políticas y sociales  seguir hoy  más que nunca la lucha en las calles por la reestatización de los servicios y el transporte bajo control de los trabajadores y el pueblo.