miércoles, 15 de febrero de 2012

Masivo repudio a la "Ley Antiterrorista"




Organizaciones sociales, estudiantiles, gremiales, políticas y de derechos humanos marcharon de Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta el Congreso Nacional para reclamar la derogación de la llamada “Ley Antiterrorista”.
En el escenario frente al Congreso Nacional se leyó un documento único que denunció "una seguidilla de episodios que implica un resurgimiento de políticas de intervención sobre la conflictividad social que resultan absolutamente incompatibles con el respeto por derechos elementales y reavivan los temores que nos llevaron a oponernos terminantemente a la sanción de la cuestionada ley antiterrorista". 




Algunas de las organizaciones que participaron de esta jornada fueron: Corriente Clasista y Combativa, Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Federación Universitaria de Buenos Aires, APEL, CEPRODH, CADHU CADEP, Liberpueblo, Frente Dario Santillan-COMPA, Corriente Nacional por la Unidad Popular, MST, Partido Comunista Revolucionario, Proyecto Sur, Libres del Sur, OLP, UCR, PRML, GEN, CUBA-MTR, PTS, PO, Nuevo MAS, Che Pibe, Unión Popular, ATE, Frente Amplio Progresista, Unión de Asambleas Ciudadanas, Red Nacional de Medios Alternativos, Asambleas Populares y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre.
Además, el documento remarcó que “Las leyes antiterroristas son un elemento fundamental para generar disuasión, miedo y rotura de lazos sociales, entre los más decididos luchadores que llevan adelante políticas reivindicativas o reclamos sociales y el resto del entramado social”. Por último, aseguró que “bajo esta ley se está criminalizando la protesta social, judicializando los reclamos populares y persiguiendo a los luchadores sociales".
A fines de enero se conoció lo que fue el estreno de la “Ley Antiterrorista” en Catamarca, Santa María, con la detención de 9 asambleístas que bloqueaban el paso de camiones de la minera La Alumbrera. El fiscal provincial Julio Landivar los había imputado “por actos de terrorismo” y por “poner en riesgo la seguridad pública". Una de las abogadas de los asambleístas, Selene Herrera, había confirmado al medio Comunicación Ambiental que estaban imputados  “por el artículo 213 bis del Código Penal, que es uno de los que se incluye dentro de la Ley Antiterrorista como de competencia federal".
El Coordinador Nacional de la CCC Amancay Ardura, uno de los tantos presentes en la marcha, dijo que “Esta es una ley que parte de un acuerdo con Estados Unidos y el GAFI para dar un salto cuantitativo en la judicialización de la protesta, vamos a la duplicación de penas en cualquier protesta que se realice: la violación a una conciliación obligatoria puede ser encuadrada por esta ley o un corte de ruta o cualquier acción que se emprenda para llevar adelante un reclamo”.
La Ley 26.268, conocida como “Ley Antiterrorista”, fue aprobada en diciembre del año pasado e incorporó al Código Penal dos nuevos delitos: “Asociación Ilícita Terrorista” (Art. 213 ter) y el de recolectar o proveer de fondos para tales asociaciones. El Art. 213 ter del Código Penal señala que “Se impondrá reclusión o prisión de 5 a 20 años al que tomare parte de una asociación ilícita cuyo propósito sea, mediante la comisión de delitos, aterrorizar a la población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo”.
Una de las características de esta nueva Ley son lo graves y desproporcionadas de las penas. Mientras el derecho penal estipula para el delito de homicidio (considerado uno de los más graves) la pena de 8 a 25 años de prisión, con esta Ley se pena con 5 años a quien forme parte de una “Asociación Ilícita Terrorista”, y de 10 a 20 años a los fundadores o jefes. Es decir, a quien sea considerado “terrorista” le cabe una pena máxima similar a la de un homicida.